sábado, 17 de abril de 2010


A la caza de los últimos nazis


LOS CRÍMENES DE LESA HUMANIDAD NO PRESCRIBEN

El Comercio
05 de abril de 2010
Han pasado 65 años del fin de la Segunda Guerra Mundial y se siguen encontrando y condenando a criminales nazis, como el holandés Heinrich Boere, que a sus 88 años recibió prisión perpetua. Simon Wiesenthal, Beate Klarsfeld y su esposo Serge son tres incansables perseguidores de estos fanáticos que mataron a millones de judíos. Aquí algunos de sus más resonantes casos

Por: Roger Zuzunaga Ruiz

Lunes 5 de Abril del 2010

Los juicios de Nuremberg, entre 1945 y 1946, son la semilla de lo que hoy se llama justicia internacional y transmitieron un mensaje para los criminales nazis de la Segunda Guerra Mundial que no ha perdido vigencia: los delitos contra la humanidad por los que eran perseguidos jamás prescribirían.

Como no prescribieron —65 años después del fin de la guerra— para el ex miembro de las SS Heinrich Boere, quien a sus 88 años y en silla de ruedas escuchó hace unos días su sentencia a cadena perpetua por haber asesinado a tres miembros de la resistencia contra Adolfo Hitler en Holanda.

Boere ya tenía una condena a muerte por el mismo caso en Holanda. Pero sin la amenaza de una extradición a ese país, vivió de manera distendida en Alemania durante varias décadas, hasta que en el 2000 el fiscal alemán Ulrich Maass abrió investigaciones sobre su caso, lo que derivó en el proceso que lo acaba de condenar.

El próximo en conocer el veredicto de la justicia será el criminal nazi John Demjanjuk (apodado “Iván El Terrible”), de 89 años y origen ucraniano, que fue extraditado desde EE.UU. en mayo del 2009. Él afronta un proceso en Múnich por su complicidad en la muerte de 27.900 judíos en el campo de exterminio de Sobibor.

En agosto del 2009, también en Múnich, fue condenado a cadena perpetua Josef Scheungraber, de 90 años y ex oficial hitleriano.

CAZANDO PECES GORDOS
Parte de la cúpula de las SS fue condenada en Nuremberg; otros, como el comandante de la siniestra guardia hitleriana, Heinrich Himmler, consiguieron suicidarse con cianuro mientras estaban encarcelados.

De los siete millones de afiliados que tenía el Partido Nacional Socialista, se calcula que unos 100 mil fueron capturados, delatados por los tatuajes con su grupo sanguíneo que llevaban en el brazo. Otros adoptaron nuevas identidades y empezaron a trabajar para gobiernos o empresas transnacionales alrededor del mundo. Estos huyeron del cerco aliado por la denominada ruta de las ratas, gracias a un plan concebido por los nazis antes del fin de la guerra: salían de Alemania, atravesando los Alpes, hacia Italia para terminar en Medio Oriente. Otra opción era llegar hasta España, gobernada entonces por el dictador Francisco Franco, o dirigirse a América del Sur.

Y precisamente en esta última región se dio la operación más emblemática contra un nazi.

Simon Wiesenthal (1908-2005), sobreviviente del campo de concentración de Mauthausen-Gusen, en Austria, dedicó gran parte de su vida a la búsqueda de nazis. En 1957 supo que Adolf Eichmann, teniente coronel de las SS y responsable de la solución final (el plan para ejecutar a la población judía), se ocultaba en Argentina bajo el nombre de Ricardo Klement y trabajaba como operario para la Mercedes-Benz. El dato lo transmitió al servicio secreto israelí, el Mossad, que tardó dos años en confirmarlo.

En su libro “Mossad, la historia secreta”, el escritor británico Gordon Thomas relata que en 1960 Israel dio luz verde a la operación que terminaría en el secuestro del criminal nazi. El agente Rafi Eitan encabezaría el equipo. Llegaron a Buenos Aires el 1 de mayo de ese año. Oficialmente, se trataba de la delegación israelí que asistiría a la celebración de los 150 años de la Revolución de Mayo. Solo ellos sabían que en el avión de la aerolínea israelí El Al que los trasladó había una celda para llevar a Eichmann.

Durante tres días vigilaron al nazi. Sabían la hora y el lugar en que tomaba el ómnibus que lo llevaba a su trabajo y lo regresaba a casa. La fecha elegida para el secuestro fue la noche del 11 de mayo. A las 8:05 de ese día se detuvo el ómnibus que traía a Eichmann de retorno a su casa.

“Marchábamos justo detrás de él. Iba caminando rápido… El coche se acercó a Eichmann, apenas tuvo tiempo para darse vuelta y mirar con asombro al especialista que salía del vehículo. Salté del coche. Lo agarré del cuello con tanta fuerza que vi cómo se le desorbitaban los ojos. Un poco más y lo hubiera estrangulado… Arrojé a Eichmann al asiento trasero. El asunto no duró más de cinco segundos”, narró Eitan a Gordon Thomas.

Diez días después, llegó el momento de partir hacia Israel. Obligaron a Eichmann a beber una botella de whisky. Los agentes también rociaron sus propias vestimentas con el licor. En el puesto de control del aeropuerto donde estaba el avión de los israelíes, los militares argentinos detuvieron su vehículo. En el asiento trasero, Eichmann dormía. “Hicimos de judíos borrachos que no podían aguantar el licor argentino. Los guardias parecieron divertidos y ni siquiera miraron a Eichmann”, relató Eitan.

Tras el juicio en Israel, Eichmann fue condenado a muerte. Horas antes de su ejecución, el 31 de mayo de 1962, Eitan se encontró con el nazi. “Me miró y me dijo: “Llegará la hora en que me sigas, judío”. Yo le contesté: “Pero no es hoy, Adolf, no es hoy””, evocó el agente del Mossad.

PERSEVERANCIA
La alemana Beate Klarsfeld y su esposo francés Serge, cuyo padre judío murió en el campo de concentración de Auschwitz, también han dedicado su vida a la caza de nazis. Incluso la vida de Beate fue llevada al cine a través de la película “The Beate Klarsfeld Story” (1986), en que fue interpretada por la actriz Farrah Fawcett.

Uno de sus más notables hallazgos fue el del feroz guardia del campo de concentración de Drancy, en Francia, Ernest Heinnrichsohn, quien 30 años después de la guerra era un respetable alcalde de un pueblo de Baviera, en Alemania. La presión que ejercieron ante la opinión pública desembocó en un proceso judicial en contra del nazi, quien finalmente fue condenado a seis años de prisión.

También encontraron en Chile al nazi Walter Rauff, quien en 1942 asesinó en Polonia a miles de judíos utilizando el humo que sale del tubo de escape de los camiones. Este criminal fue capturado por los aliados en 1945, pero dos años más tarde escapó de prisión y posteriormente fue reclutado por el servicio de inteligencia sirio. Llegó a Chile en 1958. En 1984 Beate ubicó la casa donde vivía Rauff y convocó a los medios para presionar al gobierno del dictador Augusto Pinochet para que lo extraditara a Alemania. Unos días después, el 14 de mayo, Rauff moría víctima de un ataque cardíaco.

Otro nazi cazado por los Klarsfeld fue jefe de la Gestapo de Lion, Klaus Barbie. Tras la guerra, Barbie huyó de Francia hacia Alemania y adoptó una nueva identidad. Posteriormente fue empleado del servicio de contraespionaje del ejército de EE.UU. Viajó a Bolivia en 1951 y en 1971 se trasladó al Perú, donde se reveló su verdadera identidad (en ese momento los Klarsfeld le siguieron la pista), hecho que lo obligó a volver a Bolivia, país del que fue finalmente extraditado en 1983. Fue condenado a cadena perpetua y murió en prisión en 1991.

PARA RECORDAR
El juicio de Nuremberg
Los principales sentenciados

Karl Dönitz, sucesor de Adolfo Hitler tras su suicidio (condenado a 10 años); Rudolf Hess, capitán general y jefe del partido nazi (cadena perpetua); Hermann Goering, comandante de la Luftwaffe (muerte); Alfred Jodl, jefe del Estado Mayor de la Wehrmacht (muerte); Wilhelm Keitel, jefe del Alto Mando de la Wehrmacht (muerte); Alfred Rosenberg, ideólogo del partido nazi (muerte); Joachim von Ribbentrop, ministro de Asuntos Exteriores (muerte); Albert Speer, ministro de Armamento (20 años); Franz von Papen, embajador nazi en Austria y Turquía (absuelto); Hans Frank, gobernador de la Polonia ocupada (muerte); Erich Raeder, comandante de Kriegsmarine (cadena perpetua); Baldur von Schirach, líder de Juventudes Hitlerianas (20 años); Fritz Sauckel, director del programa de trabajo obligatorio (muerte).

No hay comentarios:

Publicar un comentario